Hablar de Weday es hablar de películas de boda, de sensaciones plasmadas en fotogramas, de imágenes en movimiento que transmiten y que llegan al corazón. Hablar de Weday es hablar de Enka Corrales, ella es la que está tras la cámara y la que en un evento de boda suma profesionalidad y simpatía, dos cualidades que no siempre van de la mano. Estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad de Barcelona, ciudad donde tuvo la oportunidad de realizar prácticas en una productora donde comenzó cargando trastos y visionando horas y horas de video para pasarlo después al editor. En dos años terminó trabajando como editora de esta productora y como nos dice ella, allí lo aprendió todo. Eran cuatro editoras y las más jóvenes de la empresa, así que les tocaba hacer los trabajos de menos presupuesto donde, haciendo el pino y piruetas varias, conseguían sacar buenos trabajos adelante. Fue una época que recuerda con mucho cariño y siempre guardará en un lugar especial la amistad de buenos compañeros y de un jefe que nos describe como “un crack”, capaz de hacer de todo. Han pasado los años y Enka se encuentra ahora al frente de Weday, su propia productora de películas de boda con sede en Granada, nosotros hemos tenido la ocasión de trabajar con ella en más de un evento y sólo podemos decir una cosa… ¡nos encanta!, por su carisma, su forma de ser y porque coincidir con Enka en una boda es saber que nadie va a interferir en tu trabajo y que además nos lo vamos a pasar bien.
¿Qué servicios ofrece WEDAY para las bodas?
Yo hago videos y eso es lo que ofrezco. Un video de boda que explique un momento muy importante para dos personas. La forma en la que lo cuento depende de los protagonistas de la historia.
¿Cómo definirías el tipo de video de boda que entregas a tus clientes?
Me implico mucho con las parejas, me gusta conocerlas para luego poder plasmar cómo son ellos en el video. A veces es complicado vernos porque viven lejos o porque en muchas ocasiones están súper liados, pero para mí es de lo más importante. Intento que sea emotivo, que contenga imágenes que te muevan algo por dentro y que sea muy natural.
Algún servicio extra que estén demandando cada vez más las parejas.
Últimamente a los novios les gustan mucho los drones, personalmente me fascina el concepto de «dron», pero no lo veo para una boda, se sale un poco de cómo intento trabajar los vídeos. Aún así me adapto a lo que los novios necesitan pero no es algo que fomente desde Weday.
¿Cuánto sueles tardar en entregar tu trabajo a los novios? Contando a partir del día de la boda.
La verdad es que es complicado dar un plazo de entrega. Es un proceso creativo, me gusta dejar reposar los videos 3-4 días y cogerlos después para ver que igual aquello que me parecía maravilloso no lo es tanto y poder cambiarlo por algo mejor. Normalmente lo novios tienen el video entre 2 y 3 meses después del enlace.
¿Cómo ves el sector audiovisual en el mundo de las bodas en este momento?
Está creciendo, las parejas cada vez le dan más importancia. Creo que está cambiando el concepto, antes se contrataba a un fotógrafo e igual “al del video”. Ahora las parejas buscan especialistas en video, el término videógrafo/a hasta hace poco no se conocía popularmente y ahora cuando las parejas te hablan se nota que la cosa está cambiando. Queda mucho por hacer, creo que todavía estamos en un segundo nivel pero subiendo. A veces se da por hecho que el fotógrafo es el que “corta el bacalao” y gestiona también el video, pero poco a poco, y gracias al trabajo de muchos compañeros/as, eso está cambiando.
Debido a la revolución tecnológica de los últimos años y la renovación en las tendencias, ¿crees que ha cambiado el tipo de trabajo que esperan los novios?, ¿son más exigentes?
Todo cambia, antes se hacía un tipo de video que, en ocasiones, costaba hasta ver. Muchos posados, ceremonias eternas, pase de mesas… Ahora eso no se lleva tanto, se hacen verdaderas películas de boda, películas personalizadas que cuentan la historia de las personas, planos cinematográficos y materiales diferentes. Gracias a esos avances tecnológicos podemos tener cámaras que graban con una definición impresionante que no pesan 15 kg, material más accesible y eso se nota en el resultado.
De esta revolución tecnológica, ¿Cuál es el chisme que más te gusta?
Igual no es un súper chisme cósmico pero a mi lo que más me ayuda es el monopie, planos sin temblores gracias a un palito que sostiene la cámara. No hace falta llevar un trípode que te condiciona porque necesitas más espacio y es más complicado manejarlo. Chismes tengo más y más complejos, pero intento no complicarme mucho la vida.
Dinos algunos aspectos fundamentales para que el día de lo boda todo salga rodado.
Para mí es importante conocer un poco qué va a pasar durante la ceremonia, les paso un cuestionario a todas las parejas para que me expliquen un poco el timming, momentos especiales, cómo definen su boda… Una serie de preguntas para saber cómo va a ser todo. A veces no se tiene en cuenta pero también es fundamental haber descansado bien y ¡beber mucha agua! El día es largo y hay que estar al 100%.
Aunque haces videos de boda en todo el territorio nacional, en Granada seguro que has conocido sitios espectaculares grabando reportajes de boda, ¿cuál es el lugar que más juego te ha dado o del que mejor recuerdo tienes? Cinematográficamente hablando claro.
Es verdad que hay muchos sitios, me gusta mucho un pantano que hay cerca de Dúrcal, también descubrí unas minas hace poco y que tengo ganas de explorar este año. Fuera de Granada, por ejemplo en la costa brava, hay sitios increíbles por los que te puedes perder con unas vistas que impresionan.
¿Cuáles son tus referentes?
Mis referentes están en películas y videoclips, cuando era pequeña grababa en VHS todos los que ponían en la MTV, no sabía muy bien por qué, pero me podía pasar horas viéndolos. Por hablar de algún director… Spike Jonze, Michael Gondry, Jonathan Dayton y Valerie Farisy, pero sobretodo Wes Anderson, la fotografía y la simetría de su trabajo.
Enlace: Weday, películas de boda.
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Fotografika Studio
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