Es una de las floristas más relevantes del mundo de los eventos de boda, comenzó su historia como florista en los ´90, con una pequeñita floristería en el centro de Granada donde aprendió el oficio y donde poco a poco fue haciendo su clientela y dándose a conocer, desarrollando una relación más íntima con el mundo floral aunando arte, personalidades y flores. Decimos personalidades porque para Carolina uno de los aspectos más importantes a la hora de afrontar un proyecto es la importancia de conocer a sus clientas, y en ocasiones sólo le basta un primer contacto para hacerlo. Sin duda es una mujer que desborda creatividad en todos los sentidos, apasionada de su trabajo y capaz de coordinar a su equipo a la perfección para no dejar escapar ningún detalle. Hablar con ella es hablar sin tapujos y con desparpajo, y al mismo tiempo es tener una conversación donde palabras como esencia, colores, sensaciones, perfección, tendencia o moda se funden dejándonos claro una cosa, estamos ante una artista.
¿Qué es lo que más te gusta en relación a las flores?
Es importante tratar el tema de las flores desde el punto de vista artístico y profundizar mas allá de las tendencias o modas, sin dejarlas de lado por supuesto. Los colores son para mí una parte fundamental, gracias a los colores y al conocer y empatizar personalmente con mis clientes consigo sacar la esencia de las personas.
¿Qué servicios ofrece Carolina Bouquet para los novios?
A groso modo, sería la creación del ramo de novia, la decoración de la ceremonia, ya sea religiosa o civil y la decoración del lugar de la celebración, proporcionando cualquier material necesario en cuanto a la decoración del evento.
Seguimos con las flores, danos una apuesta segura.
Al margen de modas y tendencias, las rosas blancas. Son perfectas para una boda, un nacimiento o hasta un funeral.
¿Qué demandan más los novios?
Ahora, gracias a las redes sociales y blogs, los novios cuentan con más referencias y vienen más o menos con una idea clara de lo que está de moda, las tendencias, etc. Ya no sorprende que una novia te pida que quiere peonías, rosas de jardín o paniculata, que son tipos de flores que una persona de a pie no suele conocer. Yo no tengo nada en contra de ningún tipo de flor o estilo, pero hay variedades que empiezan a utilizarse demasiado como es el caso de la paniculata que la tenemos hasta en la sopa.
¿Qué ha sido lo mas demandado esta última temporada?
Sobre todo flores románticas, colores pasteles o rosa de pitiminí que son tal vez colores acordes a la moda vintage que impera en estos momentos. Son colores y estilos que también utilizo y combino, pero de todas formas tengo mi propio estilo predilecto que es el boho-chic.
Y en general, del servicio que ofreces a las parejas, ¿qué es lo que más te gusta o apasiona?
La coordinación de todo el trabajo, si no hay una buena dirección artística del proyecto se corre el riesgo de que todo salga mal. Por ejemplo un “wedding planner” se encarga de toda la organización para que los tiempos en el día de la boda cuadren y no haya ningún contratiempo, de igual modo a mí me gusta que todo esté estéticamente y artísticamente en su sitio y en el momento que le corresponde.
¿Tu inspiración?
La propia naturaleza y la empatía que puedas llegar a tener con las personas.
¿Alguna anécdota a destacar?
A parte de que me invitan a muchas bodas….(risas), una pareja de chicos me pidió que si podía oficiar su boda.
¿Llegaste a casarlos?
No, no (más risas), fue todo un halago para mí, pero les dije que no me sacasen de mis flores y paletas de colores que es ahí donde me encuentro a gusto y donde debo estar. Lo que sí hicieron también es invitarme a la boda, y por supuesto fui. De ahí lo que os decía de la empatía que puedes llegar a tener con la gente, con tu clientela, que a parte de clientes son personas con las que trabajas y que si hay cierto filling puede ser una experiencia para recordar.
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